sábado, 27 de julio de 2013

El incidente de Nuez de Aliste (Zamora)

Otro de los avistamientos clásicos de la ufología patria, relatado en el libro de Federico Acosta Noriega, es el ocurrido cerca de la citada población en la noche del día 22 de agosto de 1971, domingo. El caso se narra en el capitulo III y se trató del aterrizaje de un supuesto OVNI muy próximo al testigo, con huellas y efectos EM. La información que da el Sr. Acosta del incidente es muy escasa por lo que recurro a la investigación realizada, a los pocos días de ocurrido el suceso, por Francisco Lezcano Lezcano. He localizado en Internet otra investigación del caso pero contiene errores en datos fundamentales.

La minuciosa encuesta efectuada por el Sr. Lezcano in situ quedó reflejada en el artículo: El extraño fenómeno luminoso de Zamora, publicado en Stendek, nº 7, diciembre de 1971, pp 16-19. Para que el lector tenga una idea de la observación, la Agencia Cifra facilitó a la prensa la siguiente nota (Stendek, pág. 16).


Francisco Lezcano hace la siguiente puntualización antes de entrar en la exposición del caso:

...el testigo don Basilio Casas Rodríguez nunca aseguró haber visto un platillo volante; a lo sumo lo sugirió como una posibilidad. Tampoco afirmó que un objeto circular de metro y medio de diámetro se hubiese posado sobre la carretera. Y menos aún que éste dejase sobre el pavimento señales del resplandor amarillo. De todo ello resulta que la afirmación categórica de "platillo volante" y de "aterrizaje" es temeraria y se aleja de los hechos en su apreciación objetiva. (pág. 16)

El incidente puede dividirse en tres fases: Inicio de la observación, acercamiento del OVNI al testigo y final del avistamiento.

La primera fase se desarrolló, básicamente, así: A las doce de la noche del día 22 de agosto, don Basilio Casas (taxista) partió de su casa para recoger  a unos familiares en Alcañices y llevarlos a la estación del ferrocarril de San Pedro de las Herrerías. Lezcano da información precisa sobre el descubrimiento del OVNI:

Estando a un kilómetro de Nuez, en la curva conocida con el nombre de "Cruz del Camino de Trabazos", distinguió a su derecha y a lo lejos, hacia el Sur-Oeste, una luz, en un lugar llamado "Los Lamederos".

La luz amarillenta fue considerada por el testigo como procedente de un tractor. En la siguiente curva, a doscientos metros, se dio cuenta que la luz se desplazaba hacia la izquierda, hacia una loma conocida como El Altillo. Detuvo el coche para observar mejor:
Entonces comprobó que una luz andaba por el monte y que no se oía nada.

Subió al coche y consideró que la luz tendría que pasar por el cruce. Pero cuando alcanzó la intersección, el OVNI no seguía el trayecto estimado por el testigo:

La cosa pudo haber desviado su ruta. O aquello no había estado a la distancia calculada, con bastante posibilidad de error por la falta de referencias en la noche y efecto de la perspectiva, o sea que, en lugar de ir por la vereda, lo había hecho algo más atrás, o bien que en el último momento cambió de ruta desviándose hacia la derecha. (pág. 17)

Croquis de situación. (pág. 17)

Segunda fase: El testigo avanzó unos veinte metros cuando distinguió en la distancia al misterioso foco que avanzaba directo hacia él. Basilio detuvo el coche porque la luz, a un metro del suelo, se acercaba cada vez más fuerte y mayor:

Y siguió el disco hacia delante hasta quedar a dos metros del taxi. Su aspecto era el de un enorme foco. Un disco de metro a metro y medio de luz intensa. [...] Ningún olor extraño. La luz estaba allí, delante de él, rodeada del silencio absoluto. [...] En este momento quedó cortada la corriente del coche sin intervención del chófer. Mirando la luz, Basilio la comparó en su mente con la del Sol cuando se oculta o sale por el horizonte, pero teniéndolo a diez metros de distancia. De súbito, se hizo la oscuridad a su alrededor. (pág. 18)
Tercera fase: Poco después, el testigo, al mirar hacia la derecha, localizó de nuevo la extraña luz sobre un prado. Ahora llevaba un piloto rojo. Don Basilio continuó observando la luz entre los árboles, salió del coche y se dirigió hacia ella con la idea de alcanzarla pero después de un rato desistió.

Fastidiado, intrigado y temeroso, regresó al coche y lo puso en marcha, notando que lo hacia con dificultad. [...] De haber hallado compañía, hubiese seguido por la carretera nacional hasta el Puente Internacional, ojeando. El inexplicable fenómeno se fue hacia el Sur-Oeste. (pág. 18)

El día 28 de agosto, Francisco Lezcano y el testigo estuvieron examinado la zona de "Los Lamederos" en busca de huellas pero no encontraron nada raro, sólo huellas de tractores. En la carretera, donde estuvo detenido el supuesto OVNI, tampoco había marca alguna. Don Basilio miró, la misma noche del incidente, el pavimento con una linterna y:
...lo único que le pareció ver fue el polvo del camino como arremolinado, sin que lo pueda afirmar categóricamente. (pág.19)

El Sr. Lezcano comprobó cuidadosamente vegetales, piedras, tierra, superficie del taxi, etc. no encontrando nada anormal:

El análisis posterior del material recogido in situ, no acusó anomalías. (pág. 19)

En la primera fase (comienzo de la observación) todo apunta a que el testigo tomó por algo raro a un astro brillante ubicado en esos momentos hacia el Sur-Oeste. La luz que Don Basilio descubrió a su derecha y a lo lejos era el planeta Júpiter visible a poca altura sobre el horizonte y en la dirección indicada por él. A las 23:45 horas del día 22 de agosto, el citado astro tenía una elevación de 2º y un acimut de 242º (ubicado a poca altura hacia el Sur-Oeste y por lo tanto, llamativo).


La falta de referencias, efecto de perspectiva, oscuridad, etc. engañó al testigo creyendo que el astro era una luz rara cercana. A continuación muestro el acimut de Júpiter, a la hora del avistamiento, que coincide con la visual del OVNI, señalada en el trabajo de Lezcano.


El desplazamiento del supuesto OVNI sería una ilusión provocada por el movimiento del testigo que iba en coche. En esa circunstancia, por ejemplo, los astros parecen copiar los movimientos del conductor.

En la tercera fase (final de la observación), el testigo vuelve a descubrir a su derecha (Sur-Oeste) a la misteriosa luz, ahora con un "piloto" rojo, alejándose por dicha dirección. En esta fase final, al igual que en la primera, el OVNI sigue siendo el planeta Júpiter. Como puede apreciarse en la carta celeste, a la izquierda del citado planeta estaba la estrella Antares con su típico color rojizo. El parecido Júpiter-Antares con la descripción del OVNI en esta fase resulta palmario.


La segunda fase de la observación (acercamiento del pretendido OVNI al observador) resulta más difícil de interpretar. Parece que la sinceridad del testigo quedó fuera de tota duda y hay que descartar la fabulación. No hay huellas y sólo hay un observador. Para don Basilio el fenómeno fue el mismo en las tres fases pero como ya se ha visto en estas líneas, el inicio y el final del avistamiento fueron provocados, probablemente, por el planeta Júpiter. ¿Entonces, que pasó en la segunda fase? Algunos indicios parecen señalar hacia una hipótesis que de momento la dejo en el aire por falta de datos.

Según relata Federico Acosta en su libro (pág. 40) hubo otra persona que observó un extraño objeto luminoso esa noche:

...un conductor de una furgoneta había informado que cuando conducía su vehículo había visto por las inmediaciones del pueblo (Alcañices) un objeto volante y extraño en el cielo, pero que nadie más se había percatado de tal suceso.

Esta breve descripción podría corresponder, perfectamente, con una observación de Júpiter que en esas noches era el astro más brillante.

Otro detalle que apunta el Sr. Acosta (pág. 42) es que, por lo visto, el taxi de don Basilio estaba muy escaso de batería.


sábado, 20 de julio de 2013

Continua la oleada de reflejovnis

Al anochecer del día 12 de mayo de 2013 fueron captados dos extraños objetos sobre la Catedral y Cabildo, en pleno centro de la ciudad de Buenos Aires, Argentina. La siguiente fotografía circulaba, hace unos días, por las listas de correos ufológicas.



Lo que aparece señalado con el recuadro no son objetos ni son extraños. Son simples reflejos en la óptica de la cámara procedentes de los focos de la farola.

O sea, lens flares bien conocidos por los interesados en la fotografía.





jueves, 11 de julio de 2013

Misterioso OVNI en el Valle de la Muerte

Cuando Gavin Hefferman realizaba una time lapse del cielo nocturno, en las dunas del Parque Nacional del Valle de la Muerte, California, en la noche del 13 de diciembre de 2012, captó involuntariamente un extraño objeto volador que dio tres vueltas amplias sobre el desierto sin emitir sonido alguno. Aquí tienen el time lapse donde se puede ver el vuelo del objeto luminoso y a continuación un fotograma con el extraño OVNI.
 

Cuando se toman fotografías del cielo nocturno con exposiciones largas, las luces móviles (estrellas, meteoros, aviones, etc.) que aparecen en el encuadre se registrarán en la imagen como líneas más o menos largas según su velocidad y el tiempo de exposición dado. 

En este caso, el rastro captado por el señor Hefferman, que por lo visto no sabe de que se trata, es el típico que deja las luces de un avión. Las líneas continuas serían las luces fijas y los puntos, las luces intermitentes. Ejemplos hay a montones. La siguiente fotografía tiene una exposición de 7.49 segundos y está tomada con una distancia focal de 210 mm. Muestra la traza de un aviovni con su clásica estela.


Otro ejemplo de rastro luminoso de un avión despegando tomado de aquí.

 

En fin, lo curioso del asunto es que el autor, un fotógrafo experimentado, no sepa la explicación de la susodicha traza luminosa o misterioso OVNI captado en su time lapse.